Los perros son una de las especies animales domésticas más antiguas y más valiosas para el ser humano, son de facto auténticas joyas vivientes para los que los amamos. A lo largo de los siglos, los perros han evolucionado de lobos a compañeros leales y muy apreciados para los humanos. La relación entre hombres y perros es una de las más antiguas y más fuertes con el mundo animal, y es resultado de un proceso de domesticación y crianza que ha durado miles de años, producido en un primer momento por una relación de mutuo beneficio entre la parte más dócil y seguramente necesitada de la población de lobos y los primeros asentamientos humanos sedentarios.
Origen del perro
El origen exacto de la domesticación de los perros es incierto, pero se cree que los primeros perros fueron domesticados hace entre 30.000 y 40.000 años. En ese momento, los humanos comenzaron a vivir en asentamientos permanentes y a cultivar la tierra, lo que les proporcionó una fuente constante de alimento. Esa fuente constante de alimento es crucial, ya que permite un mínimo excedente que «intercambiar» con esos lobos a cambio de seguridad y ayuda en la caza, dos puntos sobre los que giraba la vida de nuestros ancestros. En esos tiempos no existía nada, ponte en la situación, y en unos pocos siglos hay un agente externo que permite escalar la calidad de vida de los humanos de una forma importante y determinante, cada vez que mires a tu perro recuerda que ellos han sido una de las grandes palancas que han permitido nuestro desarrollo y civilización en un momento en el que para ambos primaba solo su supervivencia, imagina el tremendo impacto que tuvieron que tener y lo que significaron para aquellos humanos.
Los lobos, por otro lado, seguían viviendo en las áreas circundantes, a menudo robaban las provisiones de los asentamientos humanos y también se cree que sacaban algún provecho de sus fuegos que ahuyentaban a otros depredadores o manadas de lobos hostiles. En lugar de matar a los lobos, los humanos observaron su potencial y decidieron intentar domesticarlos y usarlos como guardianes y cazadores garantizando a cambio su seguridad y subsistencia de una manera primitiva.
Domesticación del perro
La domesticación de los perros no fue un proceso rápido ni sencillo. Durante muchos siglos, los lobos y los humanos compartieron una relación de interacción y aprendizaje mutuo. Los lobos que eran más tolerantes a los humanos y menos agresivos eran más propensos a ser aceptados en los asentamientos humanos, y con el tiempo, estos lobos domesticados comenzaron a reproducirse y a formar una nueva subespecie: el perro o Canis lupus familiaris.
La domesticación y la crianza de los perros tuvo un impacto significativo en la evolución de ambas especies. Los perros domesticados se volvieron más pequeños y más sociables que sus ancestros los lobos, y los humanos aprendieron a entrenar y controlar a los perros para que cumplieran con una variedad de tareas, como la guardia, la caza, el transporte y la protección de sus rebaños.
A medida que la domesticación de los perros avanzaba, los humanos comenzaron a desarrollar diferentes razas de perros, cada una con atributos físicos y características específicos que se adaptaban a diferentes tareas. Por ejemplo, los perros de caza fueron seleccionados para ser ágiles, astutos y testarudos, mientras que los perros de guardia fueron seleccionado para ser imponentes, protectores y desconfiados. La gruesa y erguida cola del westy se seleccionó para ser agarrados y extraídos de las cuevas donde cazaban, las grandes orejas del Basset hound se seleccionaron para arrastrar por el suelo y levantar partículas odoríferas que su increíble sentido del olfato de encarga de captar, la cola erguida del presa canario se seleccionó para ser vistos con más facilidad entre el ganado que debían sujetar, y así podríamos hablar de cientos de características físicas en las razas.
Con el tiempo, los perros se convirtieron en compañeros extremadamente valiosos para los humanos, y la relación entre hombres y perros se convirtió en una de las más antiguas, más fuertes y cercanas entre el mundo humano y animal. Los perros son extremadamente leales, cariñosos, y están dispuestos a proteger y servir a sus amos en todo momento. Además, los perros tienen una capacidad única para entender y conectarse con los humanos debido a más de 300 siglos de estrecha convivencia y selección, lo que los hace ideales como compañeros hoy en día.
En la actualidad, existen cientos de razas de perros, cada una con características únicas y diferentes personalidades. Algunas razas son grandes y fuertes, mientras que otras son pequeñas y delicadas. Algunas razas son activas y juguetonas, mientras que otras son tranquilas y relajadas y sus variaciones anatómicas son innombrables. Sin embargo, a pesar de sus diferencias, todos los perros comparten un vínculo especial con los humanos, un amor incondicional por sus familias, un instinto común y otro más específico por cumplir la función para la que fue seleccionado, su función zootécnica.
El perro en la guerra
Los perros han desempeñado un papel significativo en diversas guerras a lo largo de la historia. Su participación se ha centrado en una serie de funciones clave, desde el combate y la comunicación hasta la detección y el apoyo moral.
- Perros de combate: En muchas culturas y conflictos históricos, los perros se utilizaron como soldados. Estos perros de combate a menudo eran de razas grandes y fuertes, como el Mastín, el Pastor Alemán y el Rottweiler. Se entrenaban para llevar mensajes, transportar suministros y participar en ataques cuerpo a cuerpo. Durante la Primera Guerra Mundial y la Segunda Guerra Mundial, se emplearon perros en diversas funciones militares, incluyendo la búsqueda de heridos y la detección de minas terrestres.
- Perros mensajeros: Una de las funciones más notables de los perros en la guerra fue la de mensajeros. Durante la Primera Guerra Mundial, se utilizaron perros mensajeros para llevar mensajes entre las líneas del frente cuando las comunicaciones telegráficas eran inseguras o ineficaces. Estos valientes animales se entrenaron para correr a través de las trincheras y entregar mensajes vitales a unidades distantes.
- Perros de detección: Los perros tienen una habilidad olfativa excepcional, lo que los hace ideales para detectar explosivos, drogas y otras amenazas. En diversas guerras, los perros de detección se usaron para encontrar minas terrestres y trampas explosivas, salvando así muchas vidas humanas.
- Perros de búsqueda y rescate: En tiempos de guerra y desastres naturales, los perros de búsqueda y rescate han sido fundamentales para localizar a personas atrapadas bajo escombros o en áreas peligrosas. Su agudo sentido del olfato y su entrenamiento especializado los hacen excelentes para esta tarea.
- Apoyo emocional: Los perros también han brindado apoyo emocional a las fuerzas armadas y a los soldados afectados por el estrés postraumático. Su presencia y compañía pueden ser reconfortantes en entornos de alta tensión.
- Perros famosos en la guerra: Algunos perros se han convertido en héroes de guerra por sus acciones valientes. Uno de los ejemplos más conocidos es «Sargento Stubby», un boston bull terrier que participó en la Primera Guerra Mundial, advirtió sobre ataques químicos, encontró heridos, participó en la captura de un espía enemigo y sobre todo dio un enorme apoyo emocional a los soldados, al igual que otras muchas mascotas que incluso llegaron a ser osos como el caso de Wojtek en el ejercito polaco.
Mención especial al Canix Pugnax Romano
Los perros de guerra romanos descienden de antiguas tradiciones de uso de perros en la guerra. En tiempos antiguos, los perros eran utilizados en la batalla para atacar al enemigo. Esta estrategia fue empleada por varias civilizaciones, incluyendo egipcios, griegos, persas, sármatas, alanos, eslavos y romanos.
Una de las primeras funciones militares de los perros era la de servir como centinelas. Al igual que hoy en día, los perros eran utilizados para proteger campos u otras áreas importantes tanto de día como de noche. Ladraban o gruñían para alertar a los guardianes sobre la presencia de extraños, lo que resultaba útil en los campamentos nocturnos para advertir sobre posibles amenazas.
Se cree que los humanos han utilizado perros en la guerra desde que estos fueron domesticados por primera vez hace más de 30,000 años. A medida que avanzaba la guerra, los roles de los perros cambiaron considerablemente.
- En el 4000 a.C., los egipcios usaban perros en la guerra y fueron empleados por los hyksos en el XVIII a.C. durante la invasión de Egipto. Los hyksos aprovecharon las luchas internas en Egipto y conquistaron el reino gracias a su superioridad militar, incluyendo el uso de perros de guerra.
- Del siglo XVI al V a.C., los perros descendientes de los hyksos fueron empleados en la guerra por los egipcios.
- Tiglat-Pileser I, el fundador del poderoso Imperio Asirio, utilizó perros de guerra en el 1115 a.C. durante sus campañas militares en Anatolia y la región mediterránea.
- En el siglo III a.C., el rey Lydio Alyattes utilizó perros de ataque en la batalla contra los Cimerios.
- Desde el siglo V al II a.C., las poblaciones griegas y de los Balcanes utilizaron perros pastores y de caza en la guerra.
- Claudio Eliano relata en «De Natura Animalium» que algunos griegos lucharon junto a sus perros en la batalla de Maratón en el 490 a.C.
- En el 55 a.C., Julio César desembarcó en Gran Bretaña y se enfrentó a guerreros celtas y sus perros de guerra, lo que contribuyó al desarrollo de la raza canina Mastín Inglés.
- En el año 55 a.C., el cónsul romano Marco Pomponio Matho lideró una legión a través de la isla de Cerdeña, utilizando «perros de Italia» para perseguir a los nativos sardos y logrando la conquista.
- En el 120 a.C., Bituito, rey de los Arvernii, atacó a una pequeña fuerza romana dirigida por el cónsul Quinto Fabio Massimo Allobrogico, utilizando solo los perros que tenía en su ejército.
Los romanos copiaban y mejoraban constantemente sus métodos militares y, por lo tanto, también su uso de perros de guerra. Los adiestraban cuidadosamente y los utilizaban en una variedad de funciones, desde la protección de campamentos hasta la lucha en batallas.
Los Molosos romanos, conocidos como Canis Pugnax, son antecesores de razas Mastín Napolitano y Mastín Italiano o Cane Corso. Eran perros poderosos, valientes y ágiles, adecuados para una variedad de tareas militares. Eran especialmente efectivos en la guerra y se usaban para asustar al enemigo, atacar caballos, atacar a los soldados y llevar a cabo diversas tareas en el campo de batalla.
El perro en la caza
La relación entre el perro y la caza se remonta a milenios atrás, y esta colaboración entre humanos y caninos ha desempeñado un papel fundamental en la evolución de ambas especies.
I. Los Orígenes de la Caza con Perros
Los primeros indicios de la caza con perros datan de hace más de 30,000 años, cuando los humanos primitivos comenzaron a domesticar a los lobos y utilizarlos como compañeros de caza. Estos primeros caninos, antepasados de los perros modernos, eran esenciales para la supervivencia de las comunidades cazadoras, ayudando a rastrear, atrapar y proteger a los humanos de depredadores.
II. Cazadores Especializados
Con el tiempo, la relación entre humanos y perros se hizo más estrecha, y los humanos comenzaron a criar y entrenar perros específicamente para ciertas formas de caza. Los perros se convirtieron en cazadores especializados, adaptados para rastrear, acorralar o recuperar presas en función de sus habilidades y características físicas.
Funciones específicas de caza:
1. Perros de Muestra (Pointers y Setters):
- Pointer Inglés: Destacado por su habilidad para señalar aves en tierra.
- Setter Irlandés: Usado principalmente para cazar aves de caza menor.
- Pointer Alemán: Especializado en la caza de aves, especialmente codornices.
2. Perros Cobradores y Levantadores:
- Golden Retriever: Excelente recuperador de aves acuáticas, como patos y gansos.
- Labrador Retriever: Similar al golden, es un excelente recuperador de presas acuáticas.
- Chesapeake Bay Retriever: Se destaca en la caza en aguas frías y difíciles.
- Cocker Spaniel: Usado para buscar, rastrear y recuperar aves acuáticas y terrestres.
- Springer Spaniel Inglés: Destacado en la caza de aves y recuperación en terrenos difíciles.
3. Sabuesos:
- Beagle: Usado en la caza menor, especialmente para rastrear liebres y conejos.
- Bloodhound: Con una destacada habilidad olfativa, se utiliza para rastrear animales heridos.
4. Perros de Madriguera:
- Teckel (Dachshund): Diseñado para rastrear y cazar animales en madrigueras, como tejones y zorros.
- Fox Terrier y West Highland White Terrier: Se utilizan para la caza de zorros y tejones, así como para la caza menor.
5. Perros de Caza Mayor:
- Sabueso de San Humberto (Bloodhound): Utilizado para rastrear animales grandes como jabalíes y ciervos.
- Perro de Agua Español: Excelente para la caza en terrenos pantanosos y la recuperación de presas acuáticas.
6. Perros de Caza de Aves Acuáticas:
- Setter Gordon: Se destaca en la caza de aves acuáticas, como patos.
- Perro de Agua Portugués: Utilizado en la caza de aves acuáticas y para recuperar presas del agua.
7. Perros de Rastreo:
- Basset Hound: Con un sentido del olfato excepcional, se utiliza para rastrear presas como el venado.
- Coonhound: Especializado en la caza de mapaches y otros animales nocturnos.
8. Perros de Caza Menor:
- Springer Spaniel Galés: Usado para la caza de aves pequeñas, como perdices y faisanes.
- Epagneul Bretón: Destacado en la caza de aves en terreno variado.
III. Caza con Perros en la Antigüedad
En la antigüedad, muchas culturas utilizaron perros en la caza. En Egipto, por ejemplo, los faraones empleaban perros salukis para la caza de gacelas y aves. En la Roma antigua, los perros de caza, como los molosos y los galgos, eran apreciados por su capacidad para rastrear y cazar presas grandes como jabalíes y leones.
IV. La Edad Media y la Caza de Alta Nobleza
Durante la Edad Media, la caza se convirtió en un deporte de alta nobleza en Europa, y los perros de caza eran una parte fundamental de la cultura aristocrática. Razas como el lebrel escocés y el sabueso se criaron específicamente para la caza de ciervos y liebres. Además, se desarrollaron técnicas de caza con perros, como la caza con halcones y perros de muestra.
V. La Revolución de la Caza con Armas de Fuego
La llegada de las armas de fuego en el siglo XVIII cambió radicalmente la caza. Los perros, como los spaniels y los setters, se convirtieron en compañeros indispensables para localizar y recuperar presas abatidas. La combinación de armas de fuego y perros de caza permitió una caza más eficiente y precisa.
VI. La Caza Deportiva y las Razas de Perros de Caza
En el siglo XIX, la caza dejó de ser una necesidad de subsistencia y se convirtió en un deporte popular. Surgieron numerosas razas de perros de caza especializadas, como el Pointer, el Golden Retriever y el Cocker Spaniel. Estos perros fueron criados para destacar en la caza de aves, desde la recuperación de patos en el agua hasta la localización de faisanes en tierra.
VII. La Caza en la Actualidad
Hoy en día, la caza con perros continúa siendo una actividad practicada en todo el mundo, ya sea como deporte, para la gestión de la fauna o la alimentación humana. Aunque hay debates sobre la ética de la caza, los perros de caza siguen desempeñando un papel crucial en la sostenibilidad de los ecosistemas, la conservación de especies, además de ser una natural, legítima y preciosa afición cuando se practica con raciocinio y civismo.