Descubre cómo prepararte para tener un cachorro y asegurarte de que crezca sano y feliz.
1. Elección del cachorro adecuado
Cuando decides comprar un cachorro, es importante tomar en cuenta algunos criterios para elegir al compañero perfecto. La elección del cachorro adecuado es crucial para una convivencia armoniosa y una socialización exitosa. Antes de dar la bienvenida a un cachorro en tu vida, es esencial comprender la gran responsabilidad que esto implica. Los cachorros son adorables y llenos de alegría, pero también requieren cuidado, atención y compromiso. En este punto, exploraremos los aspectos clave que debes considerar al seleccionar a tu nuevo mejor amigo peludo.
Conocer primero tus necesidades y estilo de vida
Antes de decidir qué raza de cachorro quieres tener, es esencial evaluar tus propias necesidades y estilo de vida. Pregúntate a ti mismo:
- ¿Tienes suficiente tiempo para dedicarle al cuidado y entrenamiento de un cachorro?
- ¿Comprendes lo que conlleva la socialización y educación de un perro?
- ¿Te comprometes a aprender lo básico sobre lenguaje canino por su bienestar?
- ¿Estás dispuesto a comprometerte durante años con los paseos diarios y el ejercicio físico que el perro necesitará, así como a resolver los retos que seguro se presentarán?
- ¿Puedes mantener económicamente a un perro? esto incluye gastos como alimentación o vacunas, pero debemos tener también una cierta solvencia ante cualquier imprevisto que pueda requerir una asistencia veterinaria importante. Mi experiencia me dice que esto tarde o temprano es afrontado por todos los propietarios de perros sin excepción.
–Valorar los siguientes puntos te ayudará a determinar qué tipo de raza o mezcla de razas se ajustará mejor a tu estilo de vida y a tus capacidades:
1.1 – Tamaño y energía
El tamaño y la energía del cachorro son factores importantes a considerar. Si vives en un apartamento pequeño, un perro de raza gigante o de alta energía puede no ser una opción adecuada. Por otro lado, si tienes un estilo de vida activo y disfrutas de hacer ejercicio al aire libre, un perro enérgico puede ser una excelente elección. El tiempo del cual dispongamos, nuestro propio compromiso y el nivel de energía del perro son los aspectos más a tener en cuenta, el espacio es secundario ya que con largos paseos diarios o actividades como el canicross o agility, un perro de raza gigante o con alta energía puede vivir perfectamente en un espacio pequeño.
1.2 – Temperamento, características de la raza y función zootécnica.
Cada raza de perro tiene su propio temperamento y características distintivas. Antes de comprar un cachorro, investiga sobre las razas que te interesen para comprender mejor lo que puedes esperar en términos de temperamento, nivel de energía, comportamientos y necesidades. Algunas razas son más familiares y fáciles de llevar, mientras que otras son más independientes y requieren un enfoque diferente. Analizar la función para la cual fue creada cada raza, su función zootécnica, nos dará pistas de sus características y comportamientos.
1.3 – Salud y bienestar
Al seleccionar un cachorro, es imperativo considerar la salud y el bienestar del animal. Para empezar tienes que encargarte de buscar un veterinario competente preparado para resolver tus dudas así como cualquier problema de salud, y que se encargue de vacunar, desparasitar y revisar a tu perro.
Pregunta al criador sobre el historial de salud de los padres y asegúrate de que el cachorro haya sido criado en un entorno limpio y saludable que garantice su bienestar. Exige certificados de salud y verifica que los padres y el cachorro estén testados de enfermedades hereditarias como displasia o atrofia progresiva de retina.
Como consumidores, es importante abstenerse de demandar una crianza de baja calidad y bajas garantías, tanto de condiciones de cría como de salud, normalmente asociada a:
- Precios bajos. Un perro de calidad, criado por profesionales en un entorno que garantice el bienestar de los perros, donde no se explote la fertilidad de las madres y con todas las garantías ¡no puede ser barato!
- Stok de cachorros desproporcionadamente alto. Asociado a importaciones masivas de cachorros desde países con legislaciones que no garantizan los derechos de los animales, lo hacen de manera laxa o directamente son inexistentes. Por otra parte, es enorme el abanico de problemas que podemos enfrentar si no conocemos la procedencia del cachorro, desde problemas en el carácter hasta enfermedades víricas graves tristemente comunes en perros con esta procedencia.
- Perros de raza sin pedigree Fci o Akc u otro registro análogo de confianza. Si tu opción es comprar un perro de raza pura, rechaza todo lo que no esté inscrito en uno de estos registros.
- Falta de transparencia. No enseñar a los padres e instalaciones, no proporcionar información clara, no formalizar un contrato donde se detallen las condiciones y garantía o no entregar el cachorro provisto de un chequeo veterinario son ejemplos de esto.
En los perros la calidad y la salud van de la mano, si no puedes permitirte un cachorro esta vez, valora adoptar un perro que lo necesite y trabajar duro para el siguiente.
Los genes recesivos en el perro, comprendiendo primero sus peculiaridades
Un gen recesivo es un gen que ha sufrido una variación en la información lleva dentro, una mutación. Los genes recesivos pueden ser deseables o indeseables. Los primeros nos aportarán características buscadas como unas correctas angulaciones, una buena profundidad de pecho o un llamativo manto y nos han regalado la impresionante diversidad de la especie, los segundos nos traerán básicamente enfermedades genéticas hereditarias.
Si te estás planteando llevar un perro a tu vida, has de saber, que el animal conocido con más genes recesivos es el perro doméstico o Canis lupus familiaris. Esto es debido tanto a su alta mutabilidad genética como a tratarse de una especie creada por la mano del hombre, quien, valiéndose de una selección artificial reiterada, partió del lobo hace al menos 30.000 años y trajo a nuestros mejores amigos hasta nuestros días, seleccionando características específicas para diferentes tareas y entornos en todo este tiempo.
Vaya… ¿y…? ¿puedo evitarlo?
No, no podemos evitarlo, esto forma parte de su propia idiosincrasia, es una característica compartida por la totalidad de los perros del planeta independientemente de la raza y por supuesto afecta por igual a los perros mestizos, así como a otras especies de animales domésticos también seleccionadas por el hombre como el caballo.
El papel crucial de un criador responsable es conocer a fondo y depurar su línea de sangre para reducir al máximo las posibilidades de que los genes recesivos indeseables puedan expresarse. Para esto practicará los test genéticos de salud aconsejados para cada raza y prestará la máxima atención a cada cruce, así como a la selección de sus perros, procurando siempre que esta sea lo más parecida posible a la que haría la madre naturaleza, buscando la salud y el fenotipo ganador que ella escogería en su selección de ejemplares que permitiría reproducirse a largo plazo.
¿Puede un criador ganar por completo esta batalla?
No, no se puede ganar por completo esta batalla, al menos por el momento, un organismo vivo no puede estar blindado contra enfermedades o patologías, es irreal, y mucho menos un mamífero con las características genéticas anteriormente descritas.
Os contamos esto porque creemos importante que a la hora de incorporar un perro a nuestras vidas lo hagamos aceptando y siendo conocedores también de su parte mala, ya que una vez demos el paso, debemos ser inexcusablemente los garantes de su salud de por vida.
Si no estamos dispuestos a aceptar esta característica de los perros, nuestros amigos felinos pueden representar una opción más segura.
1.4 – El papel del criador o refugio
Asegúrate de que el criador o refugio sea confiable, cuente con buenas referencias y resuelva todas tus dudas. Un criador responsable criará cachorros en un entorno amoroso y limpio, proporcionando la atención adecuada a la madre y a los cachorros durante los primeros meses de vida, período que dejará una enorme huella en su carácter para toda su vida. En un refugio responsable deberán de informarnos de manera detallada de cualquier problema de salud o de conducta que tenga el perro a fin de que poder valorar si es el perro adecuando para nuestros parámetros y nivel de conocimientos.
Consideraciones
Tomarte el tiempo para seleccionar el cachorro adecuado marcará la diferencia en la experiencia de tener una nueva mascota, al mismo tiempo reduce la posibilidad de abandono ya que una gran parte de este tiene relación directa con una mala elección sobre el tipo de perro que llevamos a nuestra vida.
2. Preparar el hogar para el cachorro y primeros días en casa
Paso 1: Prepara un hogar seguro
Antes de llevar a casa a tu nuevo cachorro, es importante crear un entorno seguro para él. Aquí hay algunos puntos clave a considerar:
- Eliminar cualquier peligro: revisa tu hogar y elimina cualquier objeto peligroso o tóxico que pueda estar al alcance del cachorro. Esto incluye productos de limpieza, plantas venenosas o cables eléctricos desprotegidos.
- Establecer límites: decide qué áreas de tu hogar estarán permitidas y cuáles no.
- Proteger objetos valiosos: guarda objetos valiosos y delicados fuera del alcance del cachorro. Puedes considerar el uso de cubiertas de muebles o limitar el acceso a ciertos espacios, ya que es esperable que vayan a morder algunos objetos hasta que los corrijamos.
- Asegurar ventanas y puertas: verifica que las ventanas y puertas estén seguras y evita que el cachorro pueda escapar o acceder a áreas peligrosas en el exterior o alturas.
Paso 2: Comprar suministros esenciales
Antes de que llegue el cachorro, es necesario adquirir los siguientes suministros:
- Cama: proporciona un lugar cómodo y seguro para que el cachorro descanse.
- Comedero y bebedero: elige recipientes fáciles de limpiar y de un tamaño adecuado para la raza y tamaño del cachorro, puedes reciclar alguno.
- Collar y correa: compra un collar ajustable y una correa resistente para poder sacar al cachorro a pasear y controlarlo de manera segura. No recomendamos el uso de arnés salvo para una buena sujeción en el coche.
- Juguetes: los cachorros necesitan estímulos para entretenerse y desarrollarse adecuadamente. Elige juguetes seguros, duraderos y adecuados para su edad y tamaño.
Paso 3: Preparar una rutina diaria
Es fundamental establecer una rutina diaria para el cachorro desde el principio. Aquí hay algunos aspectos a tener en cuenta:
- Alimentación: determina cuántas veces al día alimentarás al cachorro y establece horarios regulares para las comidas.
- Paseos y actividad física: los cachorros requieren mucho ejercicio y estimulación mental. Planifica tiempo para paseos y juegos diarios.
- Descanso: asegúrate de proporcionar al cachorro suficiente tiempo de descanso y un lugar tranquilo para dormir.
- Tiempo a solas: acostumbra al cachorro a pasar tiempo solo gradualmente para evitar la ansiedad por separación. Empieza con pequeños periodos, ve aumentando progresivamente y regresa siempre cuando esté en calma para que asocie el sosiego con nuestra llegada y construyas un perro tranquilo.
Paso 4: Los primeros días en casa
Cuando el cachorro finalmente llegue a casa, es importante seguir algunas pautas:
- Primer contacto: vamos a esperar el tiempo que sea necesario hasta que nuestro cachorro se encuentre cómodo y venga a buscarnos él a nosotros con seguridad y alegría, esto puede ser desde el primer segundo, varias horas o incluso días. Nos quedaremos quietos ofreciendo nuestra mano para que la huela durante unos instantes. A continuación ofreceremos las palmas de las manos a nuestro cachorro y caminaremos hacia atrás con la intención de que las busque interesado, cuando esto suceda daremos las primeras caricias bajas en el cuello y tripa, no llevaremos la mano por arriba. En el caso de que se muestre temeroso NUNCA trataremos de revertir esta situación con caricias ni premios, debemos transmitir calma, silencio y esperaremos el tiempo que necesite para asimilar la situación, comprender que no se encuentra en peligro y encontrarse completamente cómodo y alegre, entonces premiaremos ese estado positivo, de lo contrario solo reforzamos con un premio su estado emocional del miedo ¡¡¡ERROR!!!, no lo hagas. Respetaremos esta premisa para toda su vida y la aplicaremos, exactamente igual que con el miedo, ignorando a nuestro perro en estado de excitación excesiva o cuando reclamen nuestra atención con ansiedad. Si notamos que nuestra presencia le abruma en un primer momento no nos acercaremos hacia él de frente ni en línea recta, en cambio nos aproximaremos dando un rodeo parabólico, no miraremos fijamente a sus ojos y lo haremos algo ladeados. Si persiste, pasaremos cerca tratando de que siga nuestra espalda, sin hacer contacto visual ni prestarle atención, podemos repetir este ejercicio para que tome confianza en los primeros momentos.
- Introducción gradual al hogar: permite que el cachorro explore su nuevo entorno de forma gradual y supervisada. Limita las áreas permitidas en un principio para no abrumarlo.
- Creación de un vínculo: interactúa de manera positiva con el cachorro para establecer un vínculo de confianza. Usa refuerzo positivo y recompensas para fomentar buenos comportamientos. Comida, juego, caricias y halagos son nuestras herramientas para premiar las buenas conductas. Tienes que averiguar que cosa motiva a tu perro y explotarla, tocar sus instintos como el de presa o el de cobro para motivarlos y generar vínculo.
- Establecimiento de rutinas: comienza a implementar la rutina diaria establecida anteriormente desde el primer día. Esto ayudará al cachorro a adaptarse rápidamente a su nuevo hogar.
- Hidratación: La hidratación es de vital importancia para los cachorros, al igual que lo es para los seres humanos y otros animales. Los cachorros tienen cuerpos pequeños y sistemas inmunológicos en desarrollo, lo que los hace más susceptibles a la deshidratación y sus efectos negativos. El agua es esencial para el funcionamiento adecuado de sus órganos, la regulación de la temperatura corporal y la eliminación de toxinas. Además, dado que los cachorros son generalmente más activos y energéticos que los perros adultos, están en constante movimiento y pueden perder líquidos rápidamente. Mantener a los cachorros bien hidratados contribuye a su crecimiento saludable, su vitalidad y su bienestar general. Por lo tanto, asegurarse de que tengan acceso a agua fresca y abundante es una responsabilidad fundamental para cualquier dueño de cachorro.
- Alimentación: durante los tres primeros días en casa vamos a dar tres raciones diarias muy pequeñas de la misma comida que acostumbra a comer, de esta manera vamos a mitigar los trastornos digestivos propios del estrés de la adaptación. Después iremos aumentando la cantidad poco a poco y gradualmente hasta ajustarnos a la cantidad por peso indicadas en el envase. Debemos mantener un pienso de cachorro durante el primer año para satisfacer la importantísima demanda de nutrientes en este período y siempre haremos una transición al cambiar de piensos mezclando antiguo y nuevo.
Donde acariciar a un perro
Alimentos tóxicos para los perros
- Chocolate: Contiene teobromina y cafeína, que pueden ser mortales para los perros, especialmente el chocolate negro.
- Uvas y pasas: Pueden causar insuficiencia renal en los perros, incluso en cantidades pequeñas.
- Cebollas y ajo: Contienen sustancias que pueden dañar los glóbulos rojos de los perros y causar anemia.
- Aguacate: Contiene una sustancia llamada persin, que puede ser tóxica para los perros y causar problemas gastrointestinales.
- Alcohol: Incluso pequeñas cantidades de alcohol pueden ser peligrosas para los perros y causar intoxicación.
- Huesos cocidos o crudos: Los huesos cocidos pueden astillarse y causar obstrucciones o perforaciones en el sistema digestivo de los perros. Los huesos crudos, considerados seguros en la edad adulta, no lo son para los cachorros ya que pueden ocasionar obstrucciones.
- Café y té: Contienen cafeína, que puede ser perjudicial para los perros en grandes cantidades.
- Productos lácteos: Muchos perros son intolerantes a la lactosa y pueden experimentar problemas gastrointestinales si consumen productos lácteos.
- Nueces de macadamia: Estas nueces pueden causar debilidad, vómitos y temblores en los perros.
- Xilitol: Un edulcorante artificial que se encuentra en algunos productos sin azúcar, como chicles y alimentos horneados, puede causar una liberación rápida de insulina en los perros, lo que puede llevar a una disminución peligrosa del azúcar en sangre.
- Comida para gatos: No debe darse a los perros, ya que a menudo tiene ingredientes y nutrientes diferentes que pueden ser perjudiciales para ellos.
Otros tóxicos a tener en cuenta, la oruga procesionaria del pino
La oruga procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa) es conocida por su toxicidad en perros. Cuando un perro entra en contacto con estas orugas o sus pelos urticantes, puede sufrir reacciones alérgicas graves. Los pelos de la oruga contienen una sustancia tóxica llamada thaumetopoeina, que puede causar irritación en la piel, en los ojos y en las vías respiratorias del perro. Los síntomas comunes de la toxicidad por la oruga procesionaria en perros incluyen inflamación, picazón intensa, enrojecimiento de la piel, vómitos y dificultades respiratorias. En casos severos, la exposición a esta oruga puede provocar la muerte del animal si no se trata adecuadamente. Por lo tanto, es importante que los dueños de perros sean conscientes de los peligros potenciales de la oruga procesionaria y eviten que sus mascotas entren en contacto con ellas. Son propias de los bosques de pino en la época de primavera y verano dependiendo de la zona geográfica.
3. Comunicación y socialización del cachorro
La comunicación y socialización del cachorro son aspectos fundamentales para garantizar su desarrollo saludable y su integración adecuada en la sociedad. Durante las primeras etapas de vida, entre las 3 y 14 semanas aproximadamente, los cachorros pasan por un periodo de socialización crucial en el que aprenden a relacionarse con otros perros, animales y personas. Los aprendizajes de esta etapa tendrán un enorme peso en el comportamiento de nuestro perro para toda su vida, una correcta exposición a los distintos estímulos nos ayudarán mucho a tener ese perro equilibrado que todos deseamos.
Comunicación canina
Para una correcta socialización, es importante comprender la comunicación canina. Los perros se comunican principalmente a través del lenguaje corporal con las conocidas como «señales de calma», el olfato y vocalizaciones. Algunas señales de comunicación que debemos tener en cuenta incluyen:
- Postura corporal: un perro relajado tiene una postura relajada y suelta, mientras que un perro tenso o temeroso puede mostrar rigidez o agachar el cuerpo hacia el suelo.
- Bostezo y relamido: Pueden indicar necesidad de espacio e incomodidad.
- Cola: una cola levantada y en movimiento indica alegría y excitación, mientras que una cola baja y entre las piernas indica sumisión o miedo.
- Orejas: las orejas erectas transmiten alerta y atención, mientras que las orejas hacia atrás indican sumisión o miedo.
- Mirada: un contacto visual suave y relajado significa calma, mientras que una mirada fija y rígida puede ser una señal de agresión.
Es importante observar y comprender estas señales para poder interpretar y responder adecuadamente a la comunicación de nuestros cachorros.
APRENDE MÁS SOBRE LA COMUNICACIÓN CANINA EN ESTE ARTÍCULO
Socialización con otros perros
La socialización temprana es esencial para evitar problemas de comportamiento en el futuro, para que los cachorros aprendan habilidades sociales y establezcan relaciones saludables con sus congéneres. Los cachorros que no son socializados adecuadamente pueden desarrollar miedos, fobias o agresividad, lo que puede hacer que su convivencia con otros perros y personas sea difícil. Por otro lado, los perros bien socializados son más equilibrados, confiados, capaces de adaptarse a diferentes situaciones de responder positivamente ante situaciones de gran estrés.
Comprende las Etapas de Desarrollo del Cachorro
Para criar a un cachorro de manera efectiva, es crucial comprender las etapas de desarrollo que atraviesan. Estas etapas son:
a. Período neonatal (0-2 semanas): Durante esta fase, los cachorros son completamente dependientes de su madre y sus hermanos. El papel del criador es proporcionar un ambiente tranquilo y seguro para la madre y sus crías.
b. Etapa de socialización temprana (2-7 semanas): Esta es una de las etapas más críticas. Los cachorros comienzan a interactuar con su entorno y sus compañeros de camada. Exposición a diferentes estímulos, personas y situaciones es esencial.
c. Etapa de miedo (7-14 semanas): Los cachorros pueden mostrar miedo a estímulos desconocidos. Esta etapa requiere una exposición gradual y positiva a diferentes experiencias para evitar futuros problemas de comportamiento.
d. Etapa de socialización tardía (14 semanas en adelante): Continúa la socialización, pero ahora con un enfoque más específico en situaciones y ambientes. La formación básica debe comenzar en esta etapa.
La socialización con otros perros es esencial para que los cachorros aprendan habilidades sociales y establezcan relaciones saludables con sus congéneres. Para socializar a nuestro cachorro con otros perros, debemos seguir algunos consejos:
- Comenzar por perros amigables y equilibrados: es importante que los primeros encuentros de nuestro cachorro sean con perros que sean sociales y estén bien equilibrados. Esto ayudará a que nuestro cachorro tenga experiencias positivas y aprenda comportamientos deseables.
- Supervisión adecuada: siempre debemos supervisar los encuentros entre nuestro cachorro y otros perros para evitar posibles conflictos o situaciones peligrosas. No debemos dejar a nuestro cachorro solo con perros desconocidos hasta que estemos seguros de que pueden interactuar de manera segura.
- Exposición gradual: es recomendable realizar encuentros cortos y controlados, aumentando gradualmente el tiempo de interacción a medida que nuestro cachorro se sienta más cómodo. Esto previene posibles situaciones de estrés o agobio para nuestro cachorro.
- Reforzamiento positivo: es importante recompensar y elogiar a nuestro cachorro por comportamientos amigables y juguetones durante las interacciones con otros perros. Esto refuerza su actitud positiva y promueve una conducta social saludable.
Socialización con personas y otros animales
Además de socializar con otros perros, nuestros cachorros también deben aprender a relacionarse adecuadamente con personas y otros animales. Algunos consejos para la socialización con personas y otros animales son:
- Exposición gradual: exponer a nuestro cachorro a diferentes personas, animales y entornos de todo tipo de manera gradual y controlada les ayuda a familiarizarse con diferentes estímulos y evitar posibles miedos o fobias en el futuro.
- Reforzamiento positivo: debemos recompensar a nuestro cachorro por comportamientos amigables y tolerantes hacia personas y otros animales. Esto refuerza su actitud positiva y promueve una conducta social saludable.
- Permitir interacciones positivas: debemos permitir que nuestro cachorro tenga interacciones positivas con personas y otros animales, siempre supervisando para garantizar la seguridad. Estas interacciones positivas ayudarán a que nuestro cachorro se sienta cómodo y confiado en diferentes situaciones sociales.
Recuerda que la socialización y comunicación del cachorro es un proceso continuo que requiere tiempo y paciencia. El establecimiento de bases sólidas en la etapa de cachorro sentará las bases para un perro equilibrado y socialmente apto en el futuro.
APRENDE MÁS SOBRE LA SOCIALIZACIÓN DE LOS PERROS EN ESTE ARTÍCULO
4. Educación en Cachorros: Fundamentos y Prácticas Esenciales
La educación del cachorro es un proceso fundamental en la relación con los humanos y sus sociedades . Establecer las bases adecuadas desde una edad temprana es esencial para garantizar que tu nuevo compañero canino se convierta en un miembro bien adaptado y equilibrado de tu familia.
Establece una Rutina
Los cachorros prosperan con la rutina. Establece horarios fijos para alimentación, paseos, juegos y entrenamiento. Esto ayuda a tu cachorro a anticipar lo que sucederá a continuación y a establecer buenos hábitos.
Entrenamiento de obediencia básica y en positivo
Comienza con comandos básicos como «sentado», «quieto», «venir» y «quedarse quieto». Utiliza recompensas como golosinas, caricias y elogios para reforzar a tu cachorro cuando lo haga bien. Recuerda que tenemos unos 6 segundos para premiar a nuestro cachorro y este asocie la acción premiada con el resultado del premio, transcurridos más segundos no lo asociará, se comerá el premio pero no habremos impactado en su entrenamiento. Nunca regañes a tu cachorro cuando las cosas no salgan como te gustaría, solo le falta entrenamiento y refuerzo positivo, premia los buenos resultados y llevarás a tu cachorro al nivel que quieras. La paciencia y la consistencia son clave en esta etapa.
Manejo de problemas de comportamiento
Es normal que los cachorros tengan algunos problemas de comportamiento, como masticar cosas, hacer sus necesidades en lugares equivocados o ladrar. Aborda estos problemas con calma y usando técnicas de refuerzo positivo. Evita castigos físicos o emocionales, ya que pueden empeorar la situación. Con información y paciencia podemos solucionar casi todos los problemas de conducta de nuestro cachorro, acudiremos a un profesional si la situación nos sobrepasa para poder disfrutar de nuestro compañero de manera plena.
Ejercicio y estimulación mental
Los cachorros tienen mucha energía, así que proporciona oportunidades para el ejercicio y la estimulación mental. Juegos, paseos y rompecabezas de comida son excelentes formas de mantener a tu cachorro ocupado y feliz.
Continúa el entrenamiento durante toda la vida
La educación de tu cachorro no termina después de la fase de cachorro. Continúa con la formación y la socialización a lo largo de toda su vida para mantener un perro bien adaptado y equilibrado.